El corazón amarillo

Piedrafina

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Cuando en el río navegable navegaba como los cisnes

puse en peligro la barcaza y produje tan grandes olas

con mis estrofas vendavales que caímos todos al agua.

Allí los peces me miraron con ojos fríos y reproches

mientras sardónicos cangrejos amenazaban nuestros culos

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Pablo Neruda

 

Ilustración de Ángel