jueves, 31 de octubre de 2013

A mí me embravece

 
A ellos los embriaga;
 a mí me embravece.
 
A ellos los apaga; a mí me da fuego.
¿Eh? ¡Chss...!

 
Era el aullido del búho, vigilante
fatídico que da las más graves buenas noches.
 
 - Lo está haciendo,
las puertas están abiertas y los
beodos guardianes
denigran su empleo con ronquidos.

 
He drogado su ponche de tal modo que la vida y
la muerte se los están disputando.

Macbeth
William Shakespeare
 
Ángel
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 27 de octubre de 2013

Angel came down from heaven yesterday


Angel came down
from heaven yesterday,
stayed with me just long enough
to rescue me

And she told me a story yesterday;
about the sweet love
between the moon and the deep blue sea.
 
Jimmy Hendrix
 
Ángel

domingo, 20 de octubre de 2013

Niña morena

         
Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas,
el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
 
y tu boca que tiene la sonrisa del agua.
 
Pablo Neruda
Ángel

 

sábado, 12 de octubre de 2013

The Swimmer

 
Shirley Abbott: Would you mind telling me what the hell you're doing here?
Ned Merrill: I'm swimming home.
Shirley Abbott: You're what?
Ned Merrill: Pool by pool, across the county.
Shirley Abbott: Good Christ, Ned, will you ever grow up?
 
The Swimmer, 1968
 
Angel
 
 

sábado, 5 de octubre de 2013

Rosas fragantes


 ¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, 
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?


Lee todo en: Sonatina - Poemas de Rubén Darío
 
ángel
 
 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Los ojos verdes


Yo creo que he visto unos ojos como los que he pintado en esta leyenda. No sé si en sueños, pero yo los he visto. De seguro no los podré describir tal cuales ellos eran: luminosos, transparentes como las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los árboles después de una tempestad de verano.
 
Gustavo Adolfo Bécquer
 
Ángel,
 
 a Rosa mi mujer